por Greg Kahn y Luca Dell'Orletta

Nestlé convierte la IA en un ingrediente clave

Noticia
13 oct. 20255 minutos

Le ofrecemos un análisis de cómo la mayor empresa alimentaria del mundo utiliza dicha tecnología para optimizar sus previsiones, recetas e iniciativas de sostenibilidad.

La planta de tomate frito Solís de Nestlé en Extremadura
Créditos: Nestlé

No sólo chefs y comercializadores de todo tipo están transformando de manera significativa la industria mundial de alimentos y bebidas, también lo están haciendo sistemas basados en la IA. Más que una realidad futurista para las empresas alimentarias, constituye un protagonista que ya que influye en muchos ámbitos del sector, tales como el desarrollo de recetas, la reducción de residuos, las iniciativas de sostenibilidad y las formas de anticiparse a las interrupciones de la cadena de suministro.

Es el caso de Nestlé, que utiliza la IA basada en agentes en muchas de sus áreas de negocio. Eso sí, ninguna tecnología innovadora puede hacer milagros por mucha expectación que despierte, y los casos de uso muy prometedores también conllevan el riesgo de ir demasiado lejos o cometer errores, sobre todo en lo que se refiere al uso ético de los datos o la automatización.

El reto para los responsables de la toma de decisiones en materia de TI y tecnología no consiste tanto en darse cuenta primero del valor añadido de la IA, sino más bien en desarrollar la cultura, las habilidades y los sistemas que permitan escalar la tecnología de forma responsable.

Qué optimiza Nestlé con la IA

Desde siempre, la industria alimentaria ha tenido que lidiar con todo tipo de incertidumbres: desde la fluctuación de los rendimientos de las cosechas hasta los cuellos de botella logísticos, pasando por los cambios en las preferencias de los consumidores, que dificultan la planificación. Este es el caso de Nestlé, que utiliza cada vez más la IA para anticipar los patrones de demanda de forma más precisa que antes y ajustar de manera dinámica los niveles de producción y existencias. Así, la tecnología ahora puede ayudar a predecir la hora de llegada de los contenedores a los puertos de destino, crear previsiones estadísticas y mejorar la precisión de la planificación de la demanda.

Incluso se utiliza en el desarrollo de fórmulas. La IA acelera la generación de ideas y el desarrollo de productos, los modelos de aprendizaje automático analizan datos históricos de investigación y desarrollo. Ya no son experimentos ni tampoco proyectos piloto, sino procesos productivos que ya están dando resultados.

Sin embargo, no basta con la eficiencia operativa por sí sola no es suficiente. Que la IA tenga un impacto real para por apoyar objetivos generales como la sostenibilidad, que es uno de los mayores retos de la industria alimentaria, donde la agricultura regenerativa y los envases innovadores desempeñan un papel fundamental. Efectos que se pueden amplificar aún más gracias a la IA.

Luca Dell’Orletta, director global de innovación tecnológica y arquitectura empresarial del Grupo Nestlé, ha declarado al respecto: “Actualmente estamos explorando cómo los modelos de IA pueden optimizar el seguimiento del carbono en las complejas cadenas de suministro agrícolas para permitir decisiones de adquisición más inteligentes y reducir las emisiones a gran escala”, para añadir: “En la fabricación, los sistemas de visión basados en IA pueden minimizar los residuos y mejorar el uso de la energía, lo que también ayuda a Nestlé a cumplir sus compromisos medioambientales”.

Incluso ya integrada en la estructura central de las operaciones, la empresa no pierde de vista que la IA no debe sustituir ni desplazar los valores que definen la artesanía y la humanidad de los alimentos de alta calidad.

No hay pase libre para la IA

La velocidad es una de las características más atractivas de la IA genérica, pues permite generar contenidos de campaña, textos o conceptos de productos casi al instante. Rapidez que no necesariamente significa excelencia. La cultura influye en la comida, que evoca emociones, y lo que triunfa en una región no tiene por qué hacerlo en otra. Por eso Nestlé cuenta con sistemas human-in-the-loop que permiten a los equipos locales adaptar las soluciones globales. “Y sólo podemos advertir contra dejar que los algoritmos gestionen tareas creativas sin supervisión”, afirma Dell’Orletta.

A esto hay que sumar las preocupaciones sobre el sesgo en lo que respecta a las pruebas de productos y la investigación de los consumidores, especialmente cuando los conjuntos de datos no reflejan del todo la diversidad de los consumidores globales. Para empresas de alimentación con dimensión mundial como Nestlé, la ampliación responsable de la IA también debe incluir un compromiso con la diversidad a nivel de datos.

Una nueva era en la que los responsables de la toma de decisiones en materia de TI ya no son sólo socios tecnológicos, sino impulsores del crecimiento y guardianes de los datos que coordinan los distintos facilitadores de la transformación. Por lo tanto, que la IA triunfe depende de la implementación de los últimos modelos, pero también de la adquisición de talento, la gobernanza y el fomento de la experimentación de formas que se ajusten al propósito de la marca y a la asunción de riesgos. En consecuencia, un nivel de integración que se extiende con coherencia a todas las áreas funcionales, departamentos y toda la cadena de valor empresarial.

Luca Dell’Orletta ha declarado para concluir: “Creemos que las empresas alimentarias que finalmente ganarán serán las que adopten la IA como una competencia básica en lugar de un complemento. No se trata de quién automatiza más rápido, sino de la capacidad de replantearse las cosas y adoptar nuevas formas de trabajar”.